lunes, 17 de julio de 2006

La crisis de los Treinta

El pasado mes de Septiembre cumplí 30 años.

No tenía ningún tipo de miedo a la edad, era uno de esos ingenuos a los que les gustaba hablar de síndromes de Peter Pan y demás memeces, con tal de sentir que los años no estaban afectando a mi estilo de vida.

He visto como algunos buenos amigos y amigas tenían pánico a la hora de cumplir sus treinta, llegando incluso a negarse a celebrarlo o a aceptar fiestas sorpresa con los ojos repletos de lágrimas, mitad emotivas y la otra mitad generada por la tristeza.

Mi último día con 29 años fue precioso, divertido, soleado, y yo estaba rodeado de una veintena de íntimos amigos y familiares, disfrutando de una fiesta de dos días.

El primer día con 30 años fue todo lo contrario, fue el inicio de mi peor año.

A pesar de despertarme con la dulce voz y la tierna mirada de una de mis personas más admiradas y queridas, la resaca dejó de ser mi principal problema en cuestión de segundos.

Mi padre, que además de lo que ya significa esa palabra era uno de mis principales referentes, había iniciado su particular cuenta atrás.

Como una de tantas de las injusticias del mundo, muchas de las cuales espero discutir en este foro, un hombre bueno tenía que vivir unos momentos que ni al peor malhechor le deseo.

Por suerte para todos, esa agonía quiso llevar la contraria a los expertos, si los hay, y se limito a un periodo de poco más allá de treinta días, cuando se pronosticaba algo mucho más cruel.

A pesar de la rápidez del desenlace mi padre se fue con todos sus sueños cumplidos. Ese peculiar personaje, mítico donde los haya, dejo en los que le queriamos un legado mucho mayor del que el pensaba que estaba dejando. Gracias Papá.

Debido a la gran influencia del tal Alberto Gené Salvadó en mi vida, aviso a aquellos que vayan leyendo esta modesta bitácora (gracias,una vez más, Pablo) que estén preparados para muchas más referencias y descripciones del sujeto en cuestión, pues, seamos sinceros, era un pieza que da mucho juego para todo tipo de anécdotas y explicaciones.

Tal y como en un terremoto, mi crisis de los treinta ha ido sufriendo diferentes réplicas.

La más grave tardó un par de meses, y esa vez era yo el que entraba en un quirofano después de tres infernales semanas de insoportable dolor cervical, provocado por una descomunal (según otro grupo de expertos) repentina e inexplicable hernia discal. Y que yo, a pesar de no acercarme a los niveles bondadosos de mi padre, también consideré completamente injusta debido al sumatorio de desgracias.

En resumen, que desde que cumplí los 30, he visto como mi padre si apagaba en el plazo de un mes, me he vuelto loco de dolor durante tres semanas, y he pasado seis meses y medio de dolorosa, triste, interminable, y aburrida baja laboral, con un trozo de fibra de carbono incrustado en mis vertebras, como compañero de viaje eterno.

No quería dar este paso desde la tristeza, así que he esperado a reincorporarme a la vida, algunos lo llaman rutina, y desde el mayor de los optimismos decir a todos aquellos que vais a cumplir 30 o que todavía estaís traumatizados por haberlo hecho, una sola cosa... "Todos los niños, menos uno, se hacen mayores" (1).


(1)Peter Pan, J.M Barrie



9 comentarios:

La mano izquierda dijo...

Tengo 25 y me aterra llegar a los 30, gracias por los ánimos. Sigue escribiendo

Pablo Baquero Sánchez dijo...

All the children, except one, grow up (…)

Éste será el segundo comentario siempre que me dé prisa porque tu blog ha tenido una rápida y justa aceptación, al tiempo que nos lleva a otras vidas temerosas de rebasar también la treintena. Yo estoy en puertas, en septiembre de este año cumpliré 27, una cifra aburrida y solitaria que a nadie suele decir nada, porque nadie exige nada a la veintena.
Tu año ha sido malo, lo recordarás, lo recordaremos así. Pero los treinta no son una fatalidad ni tampoco una bendición. La angustia de cumplir años tendría sentido si supiésemos cuando, el momento exacto, en el que desapareceremos; como de momento eso es imposible, no hay lugar para la angustia, el desánimo o la desazón. El paso del tiempo suele ser el pretexto para hacer juegos contrafácticos (si no hubiera tomado esta decisión, si hubiera hecho otra cosa &c.) imposibles de dirimir y por tanto absurdos. A los treinta se acumula ya experiencia, mucha más en tu caso que has viajado tanto, has conocido a personas de lo más variopintas y hasta has vivido en dos ciudades distintas. Por tanto, tampoco cabe la nostalgia.
En la dificultad, incluso la inevitable, antes de que la impotencia nos cobre, debemos crecernos, una buena forma es considerarnos habitantes del ‘País de Nunca Jamás’, un lugar donde la edad no importe.

Seré fiel a ‘Malditos Treinta’. Esta primera entrada reclama más y allí estaremos.

Edu dijo...

Querida mano izquierda, gracias por ser la primera. Algún día entenderé como encontraste esta humilde bitácora, a los pocos segundos de su creación.

Pablo, sabes que tu aportación en esto es más que importante. Gracias por todo. Y bienvenido al mundo de los mohicanos/humanos.

Edu dijo...

MªFernanda, una vez más has conseguido emocionarme hablando de mi padre. Nos vemos pronto

Anónimo dijo...

Buenas Edu!

Ya sabes que cumplí los 30 hace 2 meses.

Mi gran crisis (por decir algo) la pasé con los 29, y nada o muy poco tenia que ver con la edad...

Una vez leí un libro sobre una tribu de aborígenes australianos. No celebran cumpleaños. No pq no quieran, sinó pq no cuentan los años desde que nacen. No saben que es la edad. Celebran otras cosas. Como caundo llueve, o cuando la comida es abundante. no se hacen regalos, pq la vida es el más hermoso de todos, dicen.

Así pues, el más sabio es el más sabio. El más sano es el más sano. Pero cual es el mayor?? cual el más viejo? No lo saben, ni les importa.

La edad es relativa, la juventud no lo es.

Lo discutimos a la hora de comer?

mony dijo...

Me siento super triste con esto de tener 30 años. Siento que ya no tengo todo el tiempo del mundo para tener las cosas que necesito para tener estabilidad, casa, auto, hijos, marido y lo que más me afecta es la soledad, y por un lado querer relaciones informales pero por otro querer sentirme estable y protegida. Me cuestiono mucho y culpabilizo por mi pasividad ante la vida a los veintitantos y a pesar de ello me doy cuenta que sigo atrapada en los mismos miedos de esa edad. Tengo una amiga que tiene 31 y hasta le salen canas (por lo menos a mi todavía no) y no se pasa ningún rollo con los treinta y yo me la paso llorando, todavía no se bien que hacer con mi vida, de lo ùnico que tengo certeza es que envejeceré lo que no me pasaba antes que tenía la sensación que uno nunca se va a poner vieja.Y lo pero es ver a personas de la misma edad y más jòvenes que ya tienen sus cosas y uno ahì todavìa marcando el paso.

ymanuel dijo...

Buenos dias para todos acabo de cumplir treinta años y me siento a veses con un vacio enorme y con muchos nervios pero pienso que uno deve pensar que uno tiene que proponerse una meta y cumplirla, a veses me pongo a pensar que de 30 a 40 es un solo paso y que hay que aprovechar este tiempo de 30 que todavia estamos JOVENES

Anónimo dijo...

Pues yo considero que a mis 31..tengo una hija..un depto..un auto..estoy terminando mi carrera de odontologia..siento que tengo todo y mas de lo que en un momento crei tener..pero siento..que me hace falta la alegria de mis veinte y mis ganas de experimentar de mis 16..creo que la buena actitud ha hecho que mejore cada dia aunque si extraño esos ayeres donde lo que hacia parecia no tener muchas consecuencias..

Anónimo dijo...

Estoy viviendo desde esta semana la crisis de los 30 de mi novio, de repente se replanteo un montón de cosas, está muy negativo, muy rehacio a todo...creo q en esta semana ha postergado muchas cosas, q antes eran cotidianas; todo esto por su estado de melancolismo x haber llegado a los 30. La verdad q me preocupa y no se q hacer!!! Tengo 5 años menos que el, y no veo motivos x estar así, entiendo q es un estado de crisis, pero para el es todo negativo, no colabora nisiquiera con un poco de optimismo.

Me gustaría saber si es eficaz q asista a un psicologo, alguén q lo oriente...usteds que piensan??