lunes, 31 de julio de 2006

La buena vida




Apreciados lectores impacientes, uséase Pablo, dos han sido los motivos del parón informativo. El primero, como mi última entrada daba a entender, el calor y el segundo mi estancia en Mallorca durante este fin de semana, apagón tecnológico.

Para evitar que la temperatura colapse mi cerebro me recomendaron un fin de semana en Mallorca, y que practicase un poco de buena vida.

La fortuna quiso que esquivase el caos aereo del Prat. Después de varios años sin hacerlo había comprado billete de barco, el resultado fue que aquello realizado por un motivo económico se convirtiese además en una gran inversión. Las plazas en el barco de las 16:00h del viernes estaban cotizadísimas.

El dejar de ser residente en Baleares me ha empujado a la dura realidad de lo caro que es viajar, pero por suerte tengo unos muy buenos anfitriones, que se encargaron de organizar un fin de semana espectácular.

El Sábado por la mañana con dos horas de retraso salimos del Club Nautico de Can Pastilla, San Antonio de la Playa, dirección a Cabrera (Parque Nacional Marítimo-Terrestre).

Mallorca es conocida, sobretodo para generaciones algo mayores que la mía, como la "Isla de la Calma". Y eso se traduce en el carácter mallorquín hasta niveles increibles de tranquilidad. Por desgracia los que vivimos en Madrid o Barcelona, sufrimos lo contrario. Sin quererlo ni beberlo te encuentras a diario andando mucho más rápido de lo deseado, simplemente porque el chorro humano del metro o de la calle va a toda pastilla. Curiosamente a la gente "normal" en lugar de darle envidia ese tranquilo carácter, le pone todavía más nervioso. Mal vamos.

Con toda nuestra pachorra mallorquina llegamos a Cabrera a una hora muy adecuada, la hora de comer. Aunque estoy empezando a darme cuenta, que llegasemos a la hora que llegasemos hubiese sido la hora de comer y beber, pues no dejamos de llenar nuestrás bocas de todo tipo de manjares, y destilados.

En Cabrera está prohibido fondear, (echar el ancla para los de secano) por eso hay un despliegue considerable de boyas en las que amarrar. Un barco por boya es lo suyo, pero nuestra tranquilidad y amistad nos llevó a acabar cinco barcos, uno junto al otro, castigando a una sola y sufrida boya. Unas treinta personas de todas las generaciones nos juntamos. Curiosamente el objetivo y el punto de destino era el mismo.

Después de tanto esfuerzo por saciarnos, lo conseguimos, dejamos de ser seres flotantes pues no habíamos dejado ni un solo hueco de aire en nuestro interior. El espectacular "tumbet" de la familía Portell noqueó a todo valiente que se atrevió a probarlo, después de varias horas de picoteo. La siesta y las partidas de cartas, fueron necesarias.

Para seguir con nuestro estresante día de Santa Marta, decidimos acudir a una reunión social en la playa de Es Trenc, en el chiringuito conocido como "El Último Paraiso". La celebración de su onomástica empujó a la mayor de los Coll a organizar un nuevo sarao. Y una vez más consiguió su objetivo, a base de sangrías de cava destrozó a todo el grupo rompiendo su unidad de acción. El resultado fue de lo más inesperado para más de uno. Se cancelaron cenas, y otros planes, pues la torrija que llevabamos los componentes de mi grupo imposibilitaba cualquier decisión unánime y sensata. Solución, si algo funciona no lo toquemos, asi que nos quedamos. Unos durmiendo, otros de juerga, alguno en urgencias, alguno en medio del mar sin gasolina, cada uno encontró su particular manera de acabar tan digno día.

Hacía mucho que no me reía tanto. Vaya colección de flashes que guardo en mi retina, a cual más curioso. Alguna o alguno debe estar pensando que ya era hora pues últimamente Edu ya no era el mismo. Pues, Edu is back!!! y promete dar guerra este verano en salas de fiesta y verbenas populares.

De todas formas debo encontrar un sistema para que mis asaltos nocturnos a los cajeros automáticos no sean tan sangrientos, pues vaya sangría de cifras rojas, con un pavoroso signo negativo, acabo de ver en mi extracto.

No solo mi cuenta corriente está roja, mi cara, mis hombros, mi cuello, mi nariz, han sufrido el engaño de las compañias farmacuticas. Protección total, Filtro Absoluto,... un comino, está noche mi habitación estará iluminada por mi incandescente cuerpo. Seguro que esta noche sueño con las nubes y el orbayo asturiano.

Punto y aparte a la buena vida, ya es lunes.

miércoles, 26 de julio de 2006

Calor, te odio.

Ya son demasiados los años que llevo arrepintiendome de no haber instalado aire acondicionado en casa, y todavía hoy recuerdo a mi hermana y a mi madre decidiendo que mejor instalar calefacción, y más adelante el aire... Ahora tengo una calefacción que apenas uso en invierno, y en verano me muero de calor. Los vaticinios de mi madre y mi hermana eran tan pesimistas que me convencieron de instalar calefacción, y a su vez de comprarme varias chaquetas (por cierto, todas perdidas en lances nocturnos). Este año será el último. No puedo más.

Esta tarde al llegar a casa, el termometro que está en el salón-comedor marcaba 34 grados, y el ambiente estaba insoportablemente cargado. Con el afán de encontrar la huidiza corriente de aire, había dejado una ventana abierta. Por error dejé la ventana de la cocina, por lo que todos los aromas de las comidas vecinales habían confluido en mi casa.

Afortunadamente tenía hora en el fisioterapeuta para acabar de enderezar este cuello, así que me he dado una ducha fría, me he quitado el disfraz cual Clark Kent y he salido volando con mi añorado automóvil, donde he puesto en marcha el aire acondicionado al mismo tiempo que llevaba las ventanillas bajadas, vicio adquirido de mi buen amigo Fede, y transmitido a su vez a Iñaki.

Después del masaje, me han puesto un compex con corrientes descontracturantes y una bolsa de agua caliente cubriendome la espalda. Asi que si había logrado olvidarme del calor del verano, pues toma dos tazas, y a sudar como el que más.

En fin, mi última jugada para librarme del calor ha sido desplazarme hasta la playa de Bogatell, y retozar unas cuantas horas en una tumbona mientras anochecia, acompañado de un par de amigas algo perjudicadas, tanto por los mejunjes que les iba trayendo un tal "vampiro", como por la presencia del mismo.

El objetivo se ha cumplido, he pasado la tarde lo más fresquito posible, y al llegar a casa ya he visto que algo de aire circulaba por la casa, no he tenido que degustar las fragancias de las cenas de mis queridos vecinos, y ahora solo me falta afrontar otra misión imposible: Dormir. Mañana vuelta a empezar, ponte disfraz, resopla, y a currar.

domingo, 23 de julio de 2006

Todo tiene su explicación.

El pasado día 9 de Julio, vivimos un nuevo triunfo del fútbol italiano. Estabamos a punto de pasar más de dos horas de pie, apretujados en un bar de la avenida Icaria, el 12+1. El ambiente era impresionante, y el calor agobiante. Los italianos ganaban en número, los franceses ganaban en distribución, se habían repartido por el bar sin dar la sensación de clan familiar de los italianos.

La coincidencia en el color de la primera equipación de ambas selecciones restó colorido al lugar, pues incluso las banderas simplemente se diferencian por una de las tres franjas.

Los principales protagonistas eran el calor, la cerveza, el sudor, los nervios de nuestra "anfitriona", Nicoletta, y la amenaza constante que significaba tener a una mañica de metro y medio constantemente liando porros a nuestra espalda (ya he mencionado lo apretujados que estabamos, ¿verdad?).

Ambos equipos tenían cosas a favor y en contra a la hora de decidir cual era mi preferido.

Italia siempre ha sido mi mayor enemigo futbolístico. Desde la infancia, su rácano pero victorioso fútbol me ponía de los nervios. Aquellos que hayan practicado algún deporte, o aunque sea un juego de mesa habrán vivido la sensación que se sufre al ver esa sonsrisa cabrona del que sabe que ha ganado a pesar de ser el más cobarde, coqueteando con la trampa, y viendo perder al que se ha arriesgado a hacer lo más bonito y difícil.

Este año Italia había arriesgado, había jugado con más delanteros que nunca, aunque fuese durante quince minutos de una mítica prórroga contra Alemania. Si a este acto de valentía le añadimos ver la cara de sufrimiento de mi sorella mi corazoncito fue apoyando a Italia, mientras mi cabeza seguía repitiendo una y otra vez la imagen de la cabecera.

El agresor fue Mauro Tassotti, romano de nacimiento, quién posee el honor de ser uno de los pocos italianos que odio, y ser una de las personas que más insultos ha recibido por parte de ese colectivo de españoles que cada cuatro años nos apoltronamos ante el televisor.

En plena adolescencia, esa imagen me marcó. Luis Enrique, el pobrín, asturiano y pocos años más tarde culé, sangrando, y desquiciado fue el símbolo de la derrota española en el Mundial de Estados Unidos, fue lo que generó una consciencia anti-italiana en mi (siempre hablando futbolísticamente).

Con el paso de los años, me encontré en Uppsala, Suecia, de Erasmus. Allí, cada domingo que la meteorología y las resacas nos permitieron, nos enfrentamos italianos y españoles. La clase y la calidad estaba del lado italiano y ni tan siquiera así, en una pachanga de amigos, se permitían obviar su odioso sistema defensivo. Solo les conseguimos ganar una vez. Mi rabia hacia el fútbol italiano iba a más, y no por perder, sino por su tozudez con su teoría de que lo importante es ganar. Se limitaban a decir, "si ya os ganamos jugando atrás para que vamos a atacar." Cabrones.

Del impresionante campo de césped que teniamos a nuestra disposición, algo impensable en España, nos ibamos a cualquiera de los bares de las asociaciones de estudiantes. Allí discutiamos seguidores del Inter, de la Roma, de la Juve, del Toro, del Milan, del Madrid, del Barcelona, del Mallorca y del Atlético sobre lo mismo una y otra vez, y llegamos a la conclusión de que el tiempo nos daría o quitaría la razón con resultados y reconocimiento internacional.

La Liga de las Estrellas empezaba a brillar en Europa, y los equipos italianos empezaron a sufrir duros reveses. La selección italiana no conseguía victoria alguna desde los tiempos de naranjito, Y como colofón a todo esto, el episodio conocido como Moggigate, por el que la histórica a Juve ha descendido a Serie B. El fútbol italiano salpicado además por casos de dopping, estaba a punto de ser apuntillado, y eso significaría que yo tenía razón.

Mientras Italia volvía a ser la cobarde de siempre, Materazzi iba calentando a Zidane, este olvidando quien era, lo que representaba, y lo que estaba a punto de conseguir, reaccionó a la provocación. Italia, campioni dil mondo!!!

Nico, los cinco minutos que tardé en felicitarte eran necesarios. Debía esperar que tu alegría fuese venciendo a mi rabia, pues tenía que darle la razón a aquellos que defienden ese tipo de fútbol, práctico, algo tramposo, poco vistoso, pero ganador.

Tu alegría me desbordó y acabe borracho de ella, y de cerveza, sino no me explico mi presencia, en la Plaza Catalunya rodeado por cientos de italianos, durante la celebración posterior.

Menos mal que entre el bocadillo y el agua del Pans, y los amigos de Taxi Mercedes fui superando los efectos de esa nociva mezcla, y volví a mi pisito, donde Italia seguía siendo el enemigo futbolístico.

Por cierto, la maldita mañica, fumadora insaciable de porros, y con novio italiano, acabo quemándome la camiseta.

viernes, 21 de julio de 2006

Resolución de conflictos

Hoy he dado un paseo por Barcelona, en contra de las recomendaciones de mi desesperado traumatólogo. No debería forzar el pie, pues me he fisurado un dedo... (pozi, soy un pupas!!)

Durante ese paseo bajando C/Casanovas, cruzando la Ronda Sant Antoni, me he adentrado en el Raval de Barcelona. Cruzando la calle Sant Vicenç he disfrutado de la increible estampa de ver, uno pegado al otro, los siguientes establecimientos:

- Bar Bodega Agustín, el bar típico de toda la vida, con su pegatina amarillenta de Helados MIKO pegada en la cristalera. Repleto de paisanos observando la fauna y flora del barrio.

- Peluqueria Paqui. Sin comentarios, y sin clientela.

- Supermercado Ali Akhtar Khan, horario de 9 a 23h., negocio familiar de "nous catalans" (sustantivo políticamente correcto aplicado a los inmigrantes en Cataluña)

- Energytatoo2. Cuatro o cinco jovenes completamente decorados y perforados lucían su recien estrenada adquisición.

- Pepy's Fashion. Culpable de que Paqui se haya quedado sin clientela. Flequillos rectos como churros, y una decoración minimalista "divina".

En apenas 50 metros la mezcla generacional, cultural y de clases sociales era impresionante, y la calida sensación que daba ese ambiente. Que gran fuente de experiencias a una distancia de minutos de mi tristemente homogeneo barrio de la parte alta de Barcelona.

Un poco más adelante me he empezado a cruzar con habitantes del Raval que empezaban a dirigirse a la Plaza de Sant Jaume, también mi destino. Banderas Palestinas y Libanesas, se entremezclaban con una gran variedad de símbolos autóctonos, banderas republicanas, senyeres, estelades independentistas, y las únicas que he podido ver de un partido político eran las de EUiA. A pesar de que uno de los convocantes era el PSC, no he podido observar ningún elemento identificativo, ni a ningún miembro destacado haciendose la foto, todo llegará pero hoy no estaban.

También he visto alguna pancarta con el símbolo de la estrella de David centrada en un misil, o curiosas mezclas de esvásticas y palabras relacionadas con Israel o sus símbolos religiosos. No me ha gustado.

La verdad es que entre que estaba bastante alejado del "escenario" y que el equipo de sonido era más bien sencillo, no he podido escuchar las intervenciones. Pero si he podido comprobar como alguién muy parecido a Ali Akhtar Khan ha comenzado a mostrar fotos de su familía, a la que envía dinero cada mes, y que hoy está, mañana no sabemos, en Líbano.

Hezbolá es una organización chii del Libano, que la UE no considera organización terrorista y que tiene a dos ministros en el actual gobierno libanés.
La mayor comunidad religiosa del país es la Chii, por lo que muchos piensan, todos son chiies, todos son de Hezbolá. Eso me recuerda a un clásico español "todos los vascos son unos etarras" que más de una vez he oido de las bífidas lenguas de algunos buenos amigos.

El secuestro de varios soldados por miembros del grupo armado de Hezbolá ha sido una nueva gota que ha colmado el vaso, vaso que lleva repleto desde hace unos 2.000 años, pues los filisteos o filistini (palestinos) ya andaban a la gresca con los hebreos por entonces. Por si no lo recordais David, era hebreo, y Goliat, palestino.

Con estos 2.000 años de enfrentamiento siempre podremos perdernos en el tiempo buscando un origen al problema. Obviaremos pues hablar de Holocausto, Irgún, Expedición de Suez, Sinai, Altos del Golán, Yom Kippur, Sabra y Chatila, y las dos intifadas, pues estos solo son los últimos capítulos del Drama.

Esta crisis actual tiene un dia D (15 de julio), día de los secuestros, la acción. Y una reacción, bombardeos generalizados sobre zonas civiles e infraestructuras de un país soberano, y con un gobierno democráticamente elegido, que afirma no tener vinculación alguna con lo sucedido, y con el que ningún miembro del gabinete israelí ha contactado.

Me pregunto, si el próximo terrorista suicida en Tel-Aviv fuese miembro de una facción integrista de Egipto que pasaría, o sirio, o marroquí, o de El Ejido. Imagino que el Mossad tiene solución para esto y mucho más.

Libano lleva poco más de un año sin la presencia del ejercito Sirio en sus fronteras. Muchos se llevaban las manos a la cabeza cuando Siria decía que era para evitar una invasión israelí.

El que más felicitó a Siria por abandonar el Libano, es ahora quién les recomienda que intervengan para que Hezbolá "pare esta mierda" (recomiendo ver video, apretando el botón de pausa e ir leyendo)


http://www.elpais.es/multimedia/player_video.html?xref=7100&type=


Resumiendo, desde el día 15 de Julio, inicio de ESTA crisis, hay varios soldados secuestrados, 300 libaneses muertos, casi todos civiles (¿todos de Hezbolá?), las infraestructuras de un país entero seriamente dañadas, 29 israelis muertos, mayoritariamente militares, más de 1.000 heridos, y más de 500.000 de desplazados.


El fin no justifica los medios, señor Olmert.

Bueno espero que este tostón de hoy, no provoque que mi blog se quede como la Peluqueria Paqui.

Buenas noches.

miércoles, 19 de julio de 2006

Primer error de la convivencia

A pesar de mi larga baja laboral, recien interrumpida, he tenido el placer de seguir asistiendo a los desayunos filosóficos con el par de fenómenos con los que comparto el día a día en el trabajo.

Nuestra filosofía, a primeras horas de la mañana y con ese disfraz tan curioso de traje y corbata, se limita a mundanales discusiones sobre fútbol, relaciones de pareja, y relaciones laborales, procurando no mezclar estas dos últimas, aunque no siempre sea posible.

Después de uno de mis viajes acompañado de mi querida Nerea a Euskadi SM, sociedad matriarcal, empecé a darle vueltas a una nueva teoría. El reparto de las faenas del hogar al 50% es un error.

El origen del error no tiene nada que ver con la guerra de sexos, ni con ideologías, ni creencias ni experiencias religiosas, sino en el mero hecho de que partimos de un valor absoluto, el 100%, diferente para cada una de las partes.

Me explicaré. ¿Quién establece "El umbral mínimo de la limpieza"? Las condiciones mínimas y máximas de la limpieza doméstica pueden diferir muchísimo entre los convivientes. Aquello que para uno es el 100%, a repartir en partes iguales, puede parecer al otro un 50% o un 200%, con lo que empezará a pensar que su compañero es un "cerdo" o un ser "paranoico del orden y la limpieza".

Sin entrar en escabrosos detalles, y darle escatológica fama a esta bitácora, podemos encontrar grandes diferencias en la lista de las tareas de mantenimiento del hogar de unos y otros. Los utensilios para llevar a cabo dichas tareas también pueden llevar a grandes sorpresas, cada visita a la sección de droguería del supermercado puede acarrear un nuevo descubrimiento. "¿Limpiahornos? pero si casi nunca lo uso!!!"

En uno de esos desayunos nos planteamos varias soluciones al respecto:

A) El más guarro decide cual es lo mínimo, y ese mínimo es lo que se debe repartir a partes iguales. A partir de ese límite, el que quiera más que lo haga, sin morros, ni reproches.

B) El más limpio elige, y el más guarro paga a alguien para que haga su parte. Tampoco se aceptan reproches por parte del limpio.

C) Ambos hacen una lista común, y pagan a medias a alguien para que les evite discusiones y además les limpie la casa.

Aquellos que eligieron los planes A o B, han entrado con fuerza en la lucha por convertirse en "El Último Mohicano".

Nacho, ya sabes, C.

Por cierto, hoy un buen amigo ha anunciado que se casa. No invita a los amigos. Desconozco si leyó el blog ayer. Uno menos.

¿Cuantas bodas tienes este año?

Todavía hoy me emociono al recordar la llamada de Juanjo, el primero de todos mis amigos que decidió casarse. Una espiral de celebraciones y sorpresas que terminó en una divertídisima boda.

Pocos años después ese paso adelante lo han dado demasiados amigos, y ya somos unos pocos los que nos jugamos el honor de convertirnos en una especie de Último Mohicano.

Las conversaciones que más cansan a los mohicanos son aquellas relacionadas con bodas, y con las evoluciones de los preciosos vástagos de nuestros amigos. Por algún irremediable motivo siempre acaban surgiendo en cenas, comidas, y cualquier tipo de reunión (llegando incluso a interferir con el deleite de un partido de fútbol, ¿ increible, verdad?) y casi siempre ocupando un tiempo más que desproporcionado. Yo empiezo a temblar cuando algún comensal suelta una de estas zumbeantes preguntas ¿Sabes quien está embarazada?, ¿Sabes quién se casa?, ¿Sabes lo que me dijo ayer mi niño? etc.

De todas formas, la peor, por su frialdad, de las preguntas y muy de moda en Cataluña, Baleares, y desconozco si en otras zonas geográficas de la península ibérica (hoy no toca herir ningún tipo de sensibilidad política!!), es la formulada entre los amigos de la pareja contrayente a pocas horas para la ceremonia... ¿Cuanto les ingresamos?

A pesar de que fría es la pregunta, más frío te puede dejar la respuesta, pues si múltiplicas esta respuesta por la respuesta del título de esta entrada... puedes llevarte una desagradable, económicamente hablando, sorpresa.

Pero este verano, mi saturación de bodas ha sufrido un duro revés. Puede que se deba a un estado anímico algo más sensible (lease La Crisis de los Treinta) o simplemente por los hechos que voy a explicar.

Respondiendo a la pregunta formulada en el título. Este año tenía tres bodas, a cual más ilusionante. Tres grandes amigos, y los tres se casaban muy enamorados.

La primera ha sido espectácular, y con altas dosis de emoción. . Nada, absolutamente nada, falló.

La segunda no se va a celebrar. La novia falló.

Y la tercera, y más exótica, pues no todos los días un servidor recibe invitación para una boda en Sibiu, Transilvania, Rumania, es la que me ha acabado de emocionar. El invitado falló. Lo siento Andreas. Lo siento Alina.

Aunque a los mohicanos, muy leales con los amigos, no nos guste divagar horas y horas sobre bodas y niños, ver a un amigo feliz y contento siempre nos va a emocionar. Cuando has vivido los tristes momentos de alguien, disfrutas mucho más de sus alegrías.

lunes, 17 de julio de 2006

La crisis de los Treinta

El pasado mes de Septiembre cumplí 30 años.

No tenía ningún tipo de miedo a la edad, era uno de esos ingenuos a los que les gustaba hablar de síndromes de Peter Pan y demás memeces, con tal de sentir que los años no estaban afectando a mi estilo de vida.

He visto como algunos buenos amigos y amigas tenían pánico a la hora de cumplir sus treinta, llegando incluso a negarse a celebrarlo o a aceptar fiestas sorpresa con los ojos repletos de lágrimas, mitad emotivas y la otra mitad generada por la tristeza.

Mi último día con 29 años fue precioso, divertido, soleado, y yo estaba rodeado de una veintena de íntimos amigos y familiares, disfrutando de una fiesta de dos días.

El primer día con 30 años fue todo lo contrario, fue el inicio de mi peor año.

A pesar de despertarme con la dulce voz y la tierna mirada de una de mis personas más admiradas y queridas, la resaca dejó de ser mi principal problema en cuestión de segundos.

Mi padre, que además de lo que ya significa esa palabra era uno de mis principales referentes, había iniciado su particular cuenta atrás.

Como una de tantas de las injusticias del mundo, muchas de las cuales espero discutir en este foro, un hombre bueno tenía que vivir unos momentos que ni al peor malhechor le deseo.

Por suerte para todos, esa agonía quiso llevar la contraria a los expertos, si los hay, y se limito a un periodo de poco más allá de treinta días, cuando se pronosticaba algo mucho más cruel.

A pesar de la rápidez del desenlace mi padre se fue con todos sus sueños cumplidos. Ese peculiar personaje, mítico donde los haya, dejo en los que le queriamos un legado mucho mayor del que el pensaba que estaba dejando. Gracias Papá.

Debido a la gran influencia del tal Alberto Gené Salvadó en mi vida, aviso a aquellos que vayan leyendo esta modesta bitácora (gracias,una vez más, Pablo) que estén preparados para muchas más referencias y descripciones del sujeto en cuestión, pues, seamos sinceros, era un pieza que da mucho juego para todo tipo de anécdotas y explicaciones.

Tal y como en un terremoto, mi crisis de los treinta ha ido sufriendo diferentes réplicas.

La más grave tardó un par de meses, y esa vez era yo el que entraba en un quirofano después de tres infernales semanas de insoportable dolor cervical, provocado por una descomunal (según otro grupo de expertos) repentina e inexplicable hernia discal. Y que yo, a pesar de no acercarme a los niveles bondadosos de mi padre, también consideré completamente injusta debido al sumatorio de desgracias.

En resumen, que desde que cumplí los 30, he visto como mi padre si apagaba en el plazo de un mes, me he vuelto loco de dolor durante tres semanas, y he pasado seis meses y medio de dolorosa, triste, interminable, y aburrida baja laboral, con un trozo de fibra de carbono incrustado en mis vertebras, como compañero de viaje eterno.

No quería dar este paso desde la tristeza, así que he esperado a reincorporarme a la vida, algunos lo llaman rutina, y desde el mayor de los optimismos decir a todos aquellos que vais a cumplir 30 o que todavía estaís traumatizados por haberlo hecho, una sola cosa... "Todos los niños, menos uno, se hacen mayores" (1).


(1)Peter Pan, J.M Barrie